Hoy he visto un vídeo que me ha dejado desconcertado. He reflexionado mucho, y he llegado a ciertas conclusiones:
Desde que nacemos hasta que morimos, los seres humanos vivimos esclavizados. Vivimos bajo el peso de unas normas y unos pasos que hemos de seguir. Nos enseñan como tenemos que caminar, y cuál es la forma en la que nos tenemos que desplazar. Pero eso es porque a nuestros padres también les han enseñado así, y a los padres de nuestros padres, y a los padres de los padres de nuestros padres, y así sucesivamente.
Nosotros hacemos las cosas y las vivimos como se nos enseña que deben hacerse, lo cual es completamente distinto si enfocamos nuesta mirada en los animales.
Los animales viven la vida siguiendo sus instintos. Tienen reacciones naturales. Todo lo que hacen está regido por su instinto de supervivencia. No tienen palabras que les expliquen como hacer las cosas. Ni politicas que los encaminen hacia un pensamiento. No son esclavos de nada. Hacen lo que hacen porque sienten que tienen que hacerlo.
Claro, esto según se mire puede ser positivo y negativo. Pero ahora lo estoy enfocando hacia la perspectiva del desplazamiento.
Nosotros los humanos, limitamos nuesto desplazamiento a un movimiento bípedo, coordinando los brazos cn las piernas, y siempre siguiendo unos caminos que ya están creados para que nos desplacemos por ellos. Sin embargo los animales se desplazan por cualquier lugar. En este caso los monos, pueden caminar como nosotros, pero no lo hacen. Cuando ví la forma de desplazarse de estos maravillosos animales quedé cautivado. Por un momento mi mente se quedó en blanco, olvidé todo lo de mi alrededor mientras contemplaba ese bello movimiento.
Yo, que llevo años entrenando mi cuerpo y mi fluidez en el desplazamiento, sé que estoy a años luz de alcanzar una facilidad y una fluidez en el movimiento como la que mostraban estos animales en el vídeo.
Sinceramente, mientras los veía moverse sobre las ramas, sobre los arboles y todo aquello que les rodeaba, me inundó de pleno una gran tentación. Aunque nunca lo había imaginado, por mi mente paso una tentación enorme de pasar un tiempo con esos animales.
Tenía la sensación de que un tiempo de entrenamiento rodeado de esos animales, rodeado de libertad, sin esclavitud ni pasos a seguir, sin civilización ni preocupaciones, me aportaría muchísimo más a mi arte del desplazamiento de lo que ningún traceur del mundo podría aportar.
Ésta es una nueva reflexión, es un nuevo pensamiento, y siento que algún día me gustaría poder llevarlo a cabo.
''Jorge García''